lunes, 9 de junio de 2008

El zorro en el gallinero



CONSTITUCIÓN DE LA CIUDAD AUTÓNOMA DE BUENOS AIRES - ARTÍCULO 135.- "La Auditoría General de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, dependiente de la Legislatura, tiene personería jurídica, legitimación procesal y autonomía funcional y financiera. Ejerce el control externo del sector público en sus aspectos económicos, financieros, patrimoniales, de gestión y de legalidad. Dictamina sobre los estados contables financieros de la administración pública, centralizada y descentralizada cualquiera fuera su modalidad de organización, de empresas, sociedades o entes en los que la Ciudad tenga participación, y asimismo sobre la cuenta de inversión.
Tiene facultades para verificar la correcta aplicación de los recursos públicos que se hubiesen otorgado como aportes o subsidios, incluyendo los destinados a los partidos políticos del distrito.
Una ley establece su organización y funcionamiento.
La ley de presupuesto debe contemplar la asignación de recursos suficientes para el efectivo cumplimiento de sus competencias.
Los agentes, autoridades y titulares de organismos y entes sobre los que es competente, están obligados a proveerle la información que les requiera.
Todos sus dictámenes son públicos. Se garantiza el acceso irrestricto de cualquier ciudadano a los mismos."
A pesar de la claridad meridiana con la que está escrita la Constitución de la Ciudad, y que a todos nos queda claro que la Auditoría General de la Ciudad ejerce el control externo del Gobierno de la Ciudad, es decir, desde afuera del mismo gobierno; Macri invita a todas sus reuniones de gabinete al Auditor General Santiago de Estrada. Junto al Jefe de Gobierno, la Vicejefa, los ministros, los subsecretarios está él, el Auditor General, reunido con todos aquellos a quienes tiene que controlar. Huele mal, no?
No solo eso, Santiago de Estrada estuvo a cargo de la Legislatura, estuvo a cargo del Poder Ejecutivo cuando Telerman viajaba. Eso sí, ahora ejerce el control externo...
Parece que la influencia del supuesto controlador va más allá. Ahora Mauricio lo quiere nombrar como Ministro de Gobierno, un super ministerio que agilice su alicaída gestión. En la cúpula del macrismo comenzaron a pensar en crear un Ministerio de Gobierno, que estaría a cargo de Santiago de Estrada, ex vicepresidente de la Legislatura y actual auditor de la ciudad.
Mientras eso se resuelva, Mauricio deja al zorro en el gallinero para que la Auditoría no controle nada, ya que si bien su Presidenta es kirchnerista, Santiago de Estrada se encarga de que no se audite nada. Atrás quedaron las propuestas de transparencia de Macri y Michetti.
Say No More.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Esa cara da miedito

Anónimo dijo...

Sin controles todo funciona mejor!

Anónimo dijo...

Más que zorro parece un chacal